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Through the Ages [Android]
agosto 31, 2019Desde la cuna de las civilizaciones hasta la época actual, Through the Ages nos permitirá tomar las riendas de nuestra civilización y evolucionarla a través del tiempo, adaptándola a nuestros gustos y necesidades. Deberemos hacer frente a numerosas dificultades e intentar sobreponernos a nuestros rivales, pues sólo una civilización puede alzarse con la victoria.
Este videojuego es la adaptación del aclamado juego de mesa «Through the Ages: Una nueva historia de la civilización«, que a su vez es una reimplementación del «Through the Ages: Historia de las civilizaciones«. Además, al inicio del próximo año, aparecerá en castellano su expansión «Through the Ages: Nuevos líderes y maravillas» de la mano de Devir, mientras que en la aplicación la tendremos disponible desde el 12 de septiembre de este año.
ÍNDICE DE LA ENTRADA
FICHA TÉCNICA
- Nº jugadores: 2 a 4 (en la app existe IA)
- Edad recomendada: 14+ (en la app PEGI 3)
- Editorial y año de publicación: Devir (2016) / CGE Digital (2017)
- Autor: Vlaada Chvátil
- Artistas: Filip Murmak, Radim Pech, Jakub Politzer y Milan Vavroň
- Idioma: app multilenguaje (castellano incluído) / Edición de Devir en castellano
- Independencia del idioma salvo reglamento: No
- Ficha en la BGG
- App disponible en: Google Play, App Store y Steam
- Web de la app
¿CÓMO SE JUEGA?
En esta reseña usaré el juego desarrollado para Android, que es similar al resto de plataformas y muy fiel al juego de mesa. Para entender todos los conceptos que se van a tratar es necesario saber jugar a éste, ya que no pretende ser un tutorial del Through the Ages.
Lo primero que nos encontraremos en la aplicación es la posibilidad de jugar en local o en modo online. En el caso de las partidas locales nos permite un amplio abanico de posibilidades. Lo primero y recomendable sería jugar su tutorial. En él, un amable Vlaada digital, nos llevará de la mano para conocer el juego. Quiero hacer hincapié en lo bien hecho que está el tutorial, no sólo porque una vez realizado sepas jugar, sino porque es ameno e incluso divertido gracias a los chistes y chascarrillos que su avatar nos comenta.

Otras opciones más habituales son jugar una partida, personalizada a nuestro gusto, añadiendo IA u otros jugadores a los que pasaremos el dispositivo. La IA tiene 4 niveles de dificultad, por lo que podremos ajustar la habilidad de nuestros adversarios al nivel que necesitemos. También hay un modo de juego que denominan reto. En él se presentan un montón de partidas para jugar con características especiales, diferentes a lo que sería una partida normal. Algunos de los retos son realmente complicados, pero todos ellos vienen calificados con un nivel de dificultad específico, por lo que nos será fácil elegir con cuál de ellos probar.

También tienen un modo denominado juego por turnos dedicado enteramente a jugar con otras personas en el mismo dispositivo. Hay varias alternativas para acomodar la forma de fluir el juego a nuestros gustos, pero lo que más llama la atención es un modo que aún no está disponible pero que anuncian como algo que aparecerá «muy pronto». Éste es el modo tablero, con el que parece ser que prometen una experiencia lo más similar posible a jugar al juego de mesa, pero todavía está todo sumido en el misterio, por lo que sólo podemos especular. Por otro lado, esto muestra que el juego es un aplicación viva, que se sigue actualizando y se sigue desarrollando para ella, por lo que parece que tenemos Through the Ages para mucho rato.
En el caso de optar por jugar online, albergaremos una partida en su servidor, configurándola a nuestros gustos, para jugar cada persona con su dispositivo, allá donde esté. Igualmente podemos incluir jugadores controlados por la IA. Una característica muy llamativa, tanto en online como en local, es la posibilidad de preparar las partidas rigiéndose por las normas de tablero (literalmente se juega igual que el juego de mesa) o bien con unas normas adaptadas que denominan reglas digitales, que agilizan la gestión de algunos eventos y subastas.
Ya estamos en el modo online, conectados al servidor. Hay chat y un montón de partidas en curso. Hora de crear una partida y configurarla a mi gusto.
Como es habitual en los juegos, contaremos con un perfil, vinculado a nuestra cuenta (en mi caso a la de Google Play) donde iremos coleccionando insignias por logros y diversas puntuaciones. El juego también cuenta con una serie de posibles ajustes como la música, sonido, idioma o velocidad de diferentes aspectos del juego. Por último, en cuanto a sus apartados, mencionar otros dos que me parecen interesantes. Uno es la sección de noticias (muy jugosa) y el otro, el propio reglamento por si el tutorial no fuese suficiente (o fuésemos masocas).
En cuanto al mapa de opciones que nos despliega el videojuego, creo haber comentado, si no todas, al menos sí las más importantes. Lo que queda saber ahora es cómo se ha volcado el juego de mesa en un componente 100% digital. Os adelanto un resumen de la explicación que viene a continuación: se ha hecho maravillosamente.

En resumen (pero que muy resumido) el juego consiste en gestionar tus recursos y tus habitantes para evolucionar una civilización en función de las posibilidades que se te brindan. Haremos uso de las cartas que irán saliendo, pero eligiendo cuál de ellas nos interesa, ya que pueden conllevar un coste en recursos. Igualmente, toda acción que realicemos tendrá un coste en puntos de acciones, que estos serán blancos para acciones civiles y rojos para acciones militares.

Con este resumen en mente, podemos imaginar que hay un montón de factores a equilibrar. Debemos generar comida para mantener a nuestros habitantes, proveerles de entretenimiento, generar ciencia para evolucionar nuestras tecnologías, obtener recursos para materializar esas tecnologías en edificios, maravillas, unidades militares, etc. Por supuesto, debemos hacer que nuestra civilización atesore cultura, el principal valor del juego que dictará quién es el ganador y, todo esto, lidiando con revueltas internas, corrupción y eventos que puedan surgir. La cuestión es que para hacerse con la victoria, no sólo afecta la buena gestión de tu civilización, sino que otras civilizaciones rivales influirán muy notablemente a base de agresiones, guerras y pactos.
La partida se juega a lo largo de diferentes eras. La primera, que dura una ronda es la era A (antigüedad), tras ésta llega la era I (medievo), después la era II (renacimiento), seguida por la era III (era moderna) y finalmente la era IV (actualidad) que es la última, que será sólo una ronda. A excepción de la última era que no tiene cartas, el resto tienen cartas específicas de su era, por lo que los héroes y maravillas que nos irán saliendo son propias de esas épocas. Igualmente, las edificaciones y unidades que podamos hacer se diferenciarán de una era a otra, siendo por norma general cada vez más efectivas.
Podemos ver cómo juegan los otros jugadores sus turnos y nos explican en pantalla lo que van haciendo, para que nos quede bien claro. Vaya… El jugador amarillo, por el momento, es la civilización más fuerte militarmente hablando (el valor sobre el escudo y espadas que se ve junto a la imagen del líder).
En este juego no existe azar, más allá de las cartas que salen del mazo común para todos los jugadores. De todas formas, las partidas no se ganan o pierden por esto, ya que la posibilidad de estrategias son prácticamente infinitas. Es cuestión de saber adaptarse a las situaciones que se den en todo momento, de la mejor manera posible. Existen muchos tipos de cartas, como las amarillas que son acciones, las verdes que son eventos o las marrones que son agresiones, por poner unos ejemplos. Existen muchas más, pero no es mi intención explicar las características de cada una, ni cómo deben ser utilizadas, para eso está el Vlaada cibernético en el tutorial que os lo explicará personalmente de una forma más precisa y amena de lo que sería leer este texto.
Una carta de evento (verde). Me avisa de que si la preparo, me otorgará 1 punto de cultura. Una carta de agresión (marrón). Sirve para sacar beneficio de otras civilizaciones rivales más débiles… pero no hay ninguna más débil que la mía. ¡Ups!
En cuanto a las facilidades ofrecidas por el juego con respecto al juego de mesa, debo indicar que son varias. Para empezar la gestión de poner cartas, moverlas de un sitio a otro, poner o quitar contadores al final del turno, es decir, lo que se consideraría mantenimiento o gestión rutinaria, se encarga de hacerlo el propio juego perfectamente, mostrándote en todo momento cómo y por qué lo hace. Esto hace que la partida fluya de una forma grácil y puedas centrarte en la estrategia a seguir, obviando estos detalles que no tienen tanta importancia, pero deben hacerse y bien.
En todo momento podremos ver las puntuaciones nuestras y del resto de jugadores en lo referente a cualquier tipo de característica. También podremos saber de dónde salen los bonificadores o penalizadores. Incluso en ciertas cartas que requieren hacer algún tipo de cálculo, nos lo hará por nosotros y nos informará, para así poder elegir la mejor estrategia a seguir.

Otro punto que me llamó la atención fue la posibilidad de ver el juego como si de un tablero con cartas se tratase. Con una sola pulsación nos muestra la vista con las cartas, que en definitiva es lo mismo que vemos con la visión predeterminada del juego, sólo que estructurado de otra forma. También nos permite hacer un seguimiento de las cartas de evento jugadas y de las que faltan por jugarse. Incluso nos recuerda cartas de eventos que van a salir, en caso de ser cartas de evento que pusimos nosotros.
Visión del juego en forma de cartas con sus respectivos contadores sobre ellas. Otra parte importante de nuestra civilización vista en forma de cartas. Podemos ver en todo momento la situación de los mazos y los eventos pasados y futuros. Todo son facilidades,
Como conclusión, este Through the Ages es un videojuego, que no se ha olvidado que proviene de un juego de mesa y se comporta como tal, pero otorgando al jugador las facilidades propias de las aplicaciones digitales de hoy en día. Respeta las normas del juego de mesa y las trata ejemplarmente, por lo que me parece una gran demostración de cómo debe portarse un juego de mesa a videojuego.
LOS COMPONENTES
En el juego de mesa, los componentes son correctos (y trae una magnífica cuna). Lo forman varios tableros de tamaño apropiado, un montón de cubos de colores (amarillos, azules, rojos y blancos), unos cuantos marcadores de colores para los jugadores y un montón de cartas.
Los tableros del videojuego siguen estando ahí, aunque casi los obviamos. Lo que veremos habitualmente es el tablero personal. Podemos ver también un tablero bélico con sus tácticas. Los cubitos se han transformado en diferentes tipos de contadores que respetan los colores del juego de mesa. Y las cartas, simplemente se han digitalizado.

Los gráficos que acompañan al videojuego, más allá de las ilustraciones traídas del juego de mesa, son algo espartanas pero realmente funcionales. No apabullan ni dan pie a equivocaciones, por lo que me parece un trabajo magnífico de síntesis y esquematización de información en pantalla. También contamos con una banda sonora, épica en algunos momentos, que nos acompañará durante partida, pero que pese al buen hacer instrumental, realmente pasa desapercibida gracias a que el juego absorbe completamente nuestra atención en cada jugada a realizar.
Ejemplo de colonia que surge y que todos queremos. Pujamos por ella enviando tropas por controlarla, pero sólo uno se hará con ella… …y es el maldito jugador amarillo quien la consigue. Esperemos que en el futuro nos vaya mejor.
En cuanto a la aplicación en sí, ha resultado muy estable y fluida. En dispositivos nada punteros sigue funcionando a las mil maravillas, por lo que prácticamente cualquiera puede disfrutar de ella, si así lo desea.
VALORACIÓN
Los videojuegos que suelen portarse a dispositivos móviles suelen tener un aura de mediocridad, como simples pasatiempos que no llegan a la suela del zapato del juego en el que se basan. Este caso no podía ser más diferente. El videojuego está a la altura del juego de mesa e incluso lo supera en muchos aspectos (rejugabilidad, modos de juego, facilidades de uso, etc.) hasta el punto de que muchas personas amantes del juego de mesa lo prefieren ante éste. El factor principal para esto es que el juego de mesa requiere que varios jugadores puedan reunirse durante 3 o 4 horas para poder disfrutar de una partida. Con el videojuego esas personas podrán jugar esa misma partida en 1 hora o incluso menos. O tal vez puedan jugarla de una forma más relajada interrumpiendo los turnos cuando consideren oportuno, hasta que vuelvan a estar disponibles.

En definitiva, el videojuego no ha mermado en nada las buenas sensaciones de jugar al Through the Ages de tablero, más allá de no poder contar con el tacto físico de sus componentes. Las sensaciones de jugar van a ser las mismas, han portado todo lo bueno de ese juego a una experiencia digital que nada (y nada es nada) tiene que envidiar al original.

Además, nos han deleitado con una noticia fabulosa. La tan rumoreada expansión del juego, donde se introducirán nuevas cartas (supongo para dar más variabilidad a las partidas) está a la vuelta de la esquina. Por tanto, estamos de enhorabuena. Tenemos Through the Ages para disfrutar al máximo durante muchísimo tiempo.

Por tanto, si no estás habituado a juegos de mesa con cierta complejidad, como es el caso, te recomendaría usar el juego digital, ya que facilita las cosas gestionando todo lo relativo a la preparación y mantenimiento del juego. Tú sólo deberás preocuparte de decidir tus acciones para tener la mejor civilización. Si te gustan los juegos densos, con profundidad, de duración larga, entonces cómprate el de mesa y disfrútalo a tope, pero también deberías comparte el digital (¿no pensarías librarte?) porque es una auténtica joya. Te permitirá disfrutar del Through the Ages allá donde vayas (y eso, realmente, es impagable).
