The Grimm Forest
agosto 9, 2019Los cerditos se ponen manos a la obra para demostrar que son los mejores constructores del reino, pero no será fácil, porque la competencia es dura y los planes se tuercen con mucha facilidad… Que si un troll por allí, que si un gigante descuidado pisa donde no debe, que si los lobos hacen de las suyas… Así no hay forma de organizarse debidamente, pero se hará lo que se pueda…
The Grimm Forest es un juego basado en los idílicos cuentos de nuestra infancia, que mezcla la colocación de trabajadores, con jugar cartas para intentar hacer jugadas que te den ventaja sobre los rivales o, directamente, fastidiarles para hundir sus planes.
CONTENIDO DE LA ENTRADA
FICHA TÉCNICA
- Nº jugadores: 2 a 4
- Edad recomendada: 8+
- Año de publicación: 2019
- Editorial: Last Level
- Autor: Tim Eisner
- Artistas: Noah Adelman, Lina Cossette y David Forest
- Idioma: español
- Independencia del idioma salvo reglamento: No
- Ficha en la BGG
¿CÓMO SE JUEGA?
El juego se despliega en un periquete. Sólo deben ponerse en medio las losetas de localización junto a su respectivo marcador de primer constructor, barajar el mazo de fábulas y el mazo de amigos. Cada jugador coge su tablero personal, su miniatura, las cartas de acción y su carta de ayuda. En la zona común quedarán los recursos y las piezas que forman los diferentes tipos de casas (de paja, madera y ladrillo). Rellena las localizaciones con los recursos que se indican en cada una de ellas.
Con esto, ya estamos listos para jugar. Sólo faltaría elegir un jugador inicial al que darle el marcador correspondiente. Lo único a tener en cuenta, es que en partidas de menos de 4 jugadores, las losetas de localización a colocar serán 3 (se quita la del mercado) y lo mismo ocurre con las cartas de acción de cada jugador. Además, en partidas de 2 jugadores, se incorpora al juego el dado del príncipe, que ya veremos para qué se usa.
El objetivo del juego es ser nombrado el Constructor Real del reino y para eso, debes construir 3 casas de cualquier tipo (puede repetirse el tipo) en tu tablero personal. El primero que lo consiga será el ganador.
El juego transcurre a lo largo de diversas rondas, donde cada ronda se compone de 3 fases con el siguiente orden:
1. Recolectar
- Cada jugador elige en secreto una carta de acción para indicar en qué ubicación desea recolectar recursos. Opcionalmente, también puede elegir en secreto una carta de fábula.
- Se muestran las cartas de fábula de los jugadores y se resuelven las que funcionan «Al revelarse«. (En caso de haber varias, respetaremos el orden del turno).
- Si alguna carta de fábula es de monstruo, deberá situarse la miniatura (o carta si no hubiera miniatura) en la ubicación correspondiente. De base, sólo puede haber un monstruo por localización como máximo.
- Revelar las cartas de acción para ver dónde recolectará cada jugador (mover las miniaturas de jugador a los sitios correspondientes).
- Resolver cualquier carta de fábula que funcione «Antes de recolectar recursos«.
- Se recogen los recursos del lugar. Si un cerdito está solo (si no hay otros cerditos), se lleva todo cuanto hubiese. Si hay varios, se deben repartir lo que hubiese equitativamente, redondeando para abajo. El remanente se quedará en el lugar.
- Resolver cartas de fábula que funcionen «Después de la fase de recolección«.
- Los jugadores recuperan las cartas de acción, se descartan las cartas de fábula utilizadas y se quitan los monstruos que hubiese en las localizaciones (el texto de una carta puede contradecir todo esto y, en tal caso, prevalece lo que indica la carta).
2. Construir
Debes realizar 2 acciones de alguna de las siguientes 4 disponibles (se puede repetir):
- Robar 1 carta de fábula: roba 1 carta de fábula y llévala a tu mano (no hay límite de cartas).
- Ganar 1 recurso: consigue 1 recurso (paja, madera o ladrillo).
- Construir: construye una sección de una casa. Las casas tienen 3 secciones (suelo, paredes y tejado) con un coste ascendente (2, 4 y 6) del recurso correspondiente de la casa (paja, madera y ladrillo). El orden de construcción de una casa, obligatoriamente, debe ser suelo, paredes y por último, tejado. Lógicamente, toda la casa debe ser del mismo material. Además, no se puede iniciar la construcción de un tipo de casa si ya tenemos una iniciada de ese mismo tipo. En nuestro tablero de juego contamos con espacio para construir hasta 5 casas en total. Cuando construimos las paredes debemos robar una carta de amigo (nunca se quedan en la mano) y decidir si ponerla en juego para nosotros o para algún oponente (descartando el amigo que pudiera tener, ya que sólo puede haber un amigo en juego por jugador). En cambio, cuando construimos un tejado, si somos los primeros en construir una casa de ese tipo, nos haremos con el marcador correspondiente de primer constructor y obtendremos el beneficio que elijamos de entre los que nos ofrece (1 recurso de cada tipo o robar 2 cartas de fábula o robar 1 carta de amigo).
- Acciones especiales: realizar la acción especial de un amigo que tengas en juego (si la tuviera). Sólo puede hacerse la acción especial de un mismo amigo una sola vez por turno.
3. Limpiar
- Entregar el marcador de primer jugador al siguiente.
- Poner los cerditos en el tablero personal.
- Reponer recursos en las localizaciones añadiendo lo que se indica en cada una de ellas.
Siguiendo esta mecánica, las rondas irán avanzando hasta que alguien construya 3 casas, momento en el que se llega al final de la partida. Al final de esa fase de construcción, si hay más de un jugador que hubiese construido 3 casas, ganará el que las haya construido de mejor calidad (descendentemente las calidades serían ladrillo, madera y paja). Si el empate persistiera, miraríamos quién tiene el bonus de primer constructor de mayor calidad. Ése sería el ganador.
En el caso de partidas 2 jugadores, la mecánica no cambia, salvo por la inclusión del dado del príncipe. Justo al inicio de la fase de recolección el príncipe se hará con recursos (que irán a la banca). Si alguna localización tiene más de 10 recursos (en caso de empate, elegirá los de mejor calidad), el príncipe se lleva la mitad (redondeando hacia abajo). Si ninguna localización tuviera tantos recursos, se tira el dado para saber de dónde se los llevaría.
LOS COMPONENTES
The Grimm Forest brilla gracias a un arte espectacular. Las imágenes de las cartas son realmente evocadoras y demuestran cómo un buen diseño ayuda a disfrutar de un juego relativamente sencillo. Las miniaturas cuentan con un buen detalle (es sobreproducción pura y dura, ¡pero es una pasada!). Los tableros tienen un buen grosor y un diseño también espectacular, a la par que las cartas.
Manual del juego. ¡A destroquelar! Todo bien ordenado. Pero si hay más cosas abajo… Qué bonicos. Inserto espectacular.
Los insertos y cunas que trae son perfectos para guardar todo bien ordenado. Hasta las cunas de los recursos están tematizadas, pues simulan una casita de un cerdito. Hay que reconocer el mimo que se ha puesto a cada detalle del juego, dando como resultado un producto redondo y espectacular en mesa.
El manual cuenta con unas instrucciones que son muy sencillas y claras. Viene con ejemplos e ilustraciones que ayudan a comprender las normas del juego. En cuanto a sus componentes no hay ninguna pega que poner.
VALORACIÓN
The Grimm Forest es un juego muy sencillo de jugar, pero también muy divertido. Se podría pensar que sólo es coger recursos para construir casas y, en cierto modo, así es, pero las cartas hacen que todo esto sea mucho más de lo que aparenta. A medida que se juegan cartas de amigo y de fábula, ocurren cosas que no se esperan, para favorecerte sobre el rival o para fastidiarle directamente. Este juego tiene interacción entre jugadores gracias a las cartas y puede ser una interacción muy puñetera.
Mi opinión es que las cartas son el espíritu del juego. Aunque sean algo secundario, ya que va de recolectar y construir, la gracia reside en ellas. Son las que dan los imprevistos, las que crean el roce con otros jugadores, los que dan una ventaja inesperada… En definitiva, son las que dan color a un juego, que sin ellas, sería bastante plano. También hay que tener en cuenta que la base de recolectar y construir es tan sencilla, porque las cartas que menciono complicarán cumplir los objetivos que nos propongamos (si reconstruir y recolectar fuese complicado, debido a las cartas, no montaríamos ni una casita de paja entre todos). Seguro que tendrás en mente al inicio de turno recolectar ladrillo y felizmente construir parte de una casa, pero lo más probable es que no sea un camino de rosas… Te intentarán robar recursos, dejarte sin recolectar y a saber qué más… Esa es parte de la gracia del juego: no saber qué es lo que va a pasar a ciencia cierta.
Por otro lado podemos hablar de la sobreproducción existente en este juego. Como tal, yo sólo diría que las miniaturas están sobreproducidas. El resto de elementos son correctos y muestran lo que todo juego debería aspirar a ser. Yo no soy muy amigo de la sobreproducción, debido a que encarecen el juego de forma innecesaria. En este caso, pese a las miniaturas, debo reconocer que el precio es bastante contenido (se encuentra incluso por menos de 40€, siendo una novedad), por lo que es una de las pocas excepciones a la regla.
Por último, hacer hincapié en que no es un juego infantil. El juego es sencillo y prácticamente cualquiera podría jugar, con que esté un poco dentro del mundo de los juegos de mesa. De momento, el juego me encanta y estoy deseando jugarlo una y otra vez… Por ahora no me quejo de la rejugabilidad, pero entiendo que llegará un punto en el que pueda verse algo afectada, ya que hay un número limitado de cartas y puede ser que en algún momento deje de sorprenderme como hace ahora. No sé cuándo ocurrirá eso, pero por el momento, sigo disfrutando como un enano (pese a no haber ganado nunca). Por tanto, si buscas algo que no sea complicado, pero que sea divertido y fresco (además de precioso), pon este juego en el punto de mira.
Creo que será uno de los próximos juegos que compre porque me ha encantado y merece la pena comprarlo solamente para disfrutar su diseño.