Rolling Ranch
septiembre 6, 2019La vida del ganadero es realmente dura. Cuidar de las gallinas, los cerdos, la vacas… Construir la infraestructura necesaria y sacar el máximo provecho de los esfuerzos invertidos. En resumen trabajar, trabajar y más trabajar. Pero nosotros, lo haremos de una forma mucho más placentera: tirando unos dados y escribiendo en un papel.
Rolling Ranch es un sencillo juego estilo roll and write, donde tomaremos el papel de ganaderos y gestionaremos nuestra granja con el objetivo de obtener la máxima puntuación posible al final de la partida. El juego nos plantea una situación en la que, tras una tormenta, debemos recuperar nuestros animales que han escapado y también reconstruir las edificaciones que se han venido abajo. Es hora de volver a poner a punto nuestra granja para ser la envidia de todos los granjeros del territorio.
CONTENIDO DE LA ENTRADA
FICHA TÉCNICA
- Nº jugadores: 2 a 20
- Edad recomendada: 10+
- Año de publicación: 2019
- Editorial: TCG Factory
- Autor: Jordy Adan
- Artista: Weberson Santiago
- Idioma: español
- Independencia del idioma salvo reglamento: Sí
- Ficha en la BGG
¿CÓMO SE JUEGA?
Rolling Ranch casi no tiene preparación para ponerse a jugar. Vale con repartir a cada jugador una hoja de rancho por la misma cara y, de forma aleatoria, una carta de misión en secreto. Las hojas de rancho tienen dos caras: la A es igual para todos y la B tiene un diseño alternativo con ciertas variaciones. Cada jugador se armará con su lápiz y el jugador inicial cogerá los dados.
Tras saber cómo preparar la partida, pasemos a ver qué elementos tenemos entre manos. Para empezar, las cartas de misión nos mostrarán dos formas de ganar puntos de victoria extra al final de la partida. Las hojas de rancho mostrarán una serie de rediles ya predefinidos con cierta cantidad de casillas. Cada casilla tendrá un número ligeramente impreso. A la derecha se ven los posibles edificios que podemos intentar construir, con su coste en madera y clavos y su habilidad si la tuviera. A la izquierda es el marcador de puntos de victoria, donde iremos apuntándolos para comprobar quién gana la partida.
Los dados que se lanzan son dos: uno azul y otro naranja (aunque curiosamente los colores no indican nada). Estos dados mostrarán la imagen de un animal (gallina, cerdo o vaca), un número (cifra de la casilla del redil), a veces un corazón (para indicar si hay reproducción) y una cantidad de recursos en madera y clavos.
La idea es que cada turno un jugador lance los dados y cada jugador, de manera personal, decida qué hacer en su hoja con esa tirada. Es decir, juegan todos a la vez con una tirada cada turno. La decisión a tomar por cada jugador con la tirada de dados es una y sólo una de las dos siguientes:
- Si deseo aumentar el ganado: deberás elegir uno de los animales que muestra uno de los dados junto a la cifra que muestra el otro. Entonces pondrás ese animal en una casilla a tu elección que tenga esa cifra.
- Si deseo construir edificios: contamos con las materias primas que muestran los dados. Podemos usar todo o parte de ellas para marcar esos mismos recursos en los edificios que deseemos. Si terminamos de construir algún edificio, lo pintaremos en alguna casilla de un redil a nuestra elección. En el extraño caso de que ningún dado muestre recursos, si se elige hacer esta opción, simplemente no se haría nada.
Tras realizar alguna de estas acciones, se comprueba si ambos dados muestran el símbolo del corazón. En caso afirmativo, deberán reproducirse todos los animales que estén en parejas en los rediles. Para ello es necesario que estén en el mismo redil y que haya espacio para el nuevo animal que surgirá.
A medida que los rediles se vayan llenando, anotaremos su puntuación, que podremos calcular viendo la tabla que está en la hoja, abajo a la izquierda. Si todos los animales de los rediles son iguales, dará más puntuación que si los mezclamos, ya que en este último caso sólo nos dará tantos puntos como animales hubiera.
Elegir bien las construcciones y saberlas situar en el mejor sitio posible es vital para optar a la victoria. Cada una de ellas tiene su utilidad:
- Establo: al construirlo, el jugador debe elegir una de las dos opciones bajo su icono. Ambas opciones son beneficios que obtendrá el jugador, siempre que en la tirada salga la misma cifra en ambos dados. Estos beneficios son: marcar dos maderas, poner una gallina, marcar un clavo y poner cualquier animal en cualquier número a cambio de no hacer otra acción.
- Almacén: al construirlo, el jugador obtiene un beneficio que podrá utilizar hasta dos veces a lo largo de la partida, a partir de la siguiente ronda. Estos beneficios son: a la hora de meter un animal eligir el número que se desee (se respetará el animal de uno de los dados) y a la hora de meter un animal elegir el animal que se desee (se respetará el número de uno de los dados). Si al final de la partida no has usado algunos de los beneficios que tenías disponibles, obtendrás 1 punto de victoria por cada uno de ellos. Además, también al final de la partida, el jugador ganará 1 punto de victoria por cada casilla del redil donde haya construido un almacén (esté llena o no).
- Invernadero: por cada uno que se construya se consiguen ciertos puntos de victoria al final de la partida (5, 12 o 20 en función de si se construye 1, 2 o 3, respectivamente).
La partida llegará a término cuando algún jugador haya llenado todos los espacios de todos los rediles. En ese momento se hará una suma de puntos (puntos de rediles completos e incompletos, por edificios y por cartas de misión) y el que más tenga, será el ganador de la partida.
LOS COMPONENTES
Empezamos analizando los llamativos dados. Estos son bonitos y muy claros de leer. Es sorprendente que en un dado pueda caber tanta información. También vienen 20 cartas pequeñas, con simbología fácil de asimilar (aunque se explican en el manual). El taco de hojas es grande, a color y por ambas caras. Además, en la cara B de las hojas nos encontramos con algunos diseños alternativos. Curiosamente nos hemos encontrado con algunas hojas a las que le faltaba el número en alguna de sus casillas. No tiene mucha importancia, ya que el taco es grande y coges otra o bien miras otra igual para saber cuál es el número que le falta. No he visto ningún patrón en este fallo, creo que simplemente en algunas hojas se ha impreso tan claro, que no se llega a leer el número. De hecho, desconozco si esto es algo generalizado o es algo fortuito de mi copia.
El juego trae 4 lápices de tamaño reducido, perfectos para llevar en el interior de la cajita. El manual son 6 páginas a color, fácil de entender y correctamente explicado. No querría terminar este apartado sin hacer mención al vistoso arte que acompaña al juego, incluida la caja, con sus colores y brillos.
VALORACIÓN
Rolling Ranch es un juego roll and write elegante. Su diseño es cuidado y su mecánica es simple, rápida y efectiva. No existe el entreturno y, aunque en todo momento se debe tomar la decisión de qué hacer, porque siempre hay varias opciones a elegir, no llega a crear AP, por lo que lo podemos jugar a cualquier número de jugadores cómodamente.
El juego es tan sencillo que es posible jugarlo con cualquier persona independientemente de su experiencia lúdica. La partida no dura mucho, quizás 15 o 20 minutos, por lo que es fácil encadenar unas cuantas seguidas. Además el juego es muy portable y no requiere casi de despliegue en mesa, por lo que puede acabar siendo un buen compañero de viajes.
La rejugabilidad del juego está garantizada ya que cada partida será diferente debido a que las elecciones se hacen en base a una tirada de dados. Lo que sí puede pasar es que algún jugador se acomode a buscar siempre las mismas jugadas. No sabría decir, de una forma completamente segura, si existen jugadas ganadoras frente a otras… Está claro que las vacas y los cerdos dan más puntos que las gallinas a largo plazo, pero por otro lado, yendo a gallinas podrías completar todos los espacios mucho antes que otros jugadores… Por las partidas que le he echado, mi sensación, es que hay cierto equilibrio y que está bien pensado, pero el tiempo aclarará esta suposición.
En definitiva, Rolling Ranch me ha parecido uno de los mejores roll and write que he jugado, con un tema un tanto manido en los juegos de mesa, pero que no desentona. Resulta fácil de sacar a mesa, por su breve y sencilla explicación y la corta duración de sus partidas. Si te gustan los roll and write o simplemente quieres tener tu primer roll and write, creo que este Rolling Ranch sería un valor seguro.