Kimono

Kimono

diciembre 13, 2019 0 Por zoki666

Cada 5 años se celebra un campeonato de belleza y elegancia donde las jóvenes promesas del imperio, compiten por ser las ganadoras ante las atentas miradas de la corte del emperador. Con el final de la competición asomando por el horizonte, es hora de crear nuestro más espléndido kimono para deslumbrar al personal, luciéndolo de forma majestuosa. Deberemos seleccionar las mejores telas y combinarlas sabiamente para sacar el mayor rédito posible, pues nuestras adversarias intentarán hacer lo propio.

Kimono es un juego traído por SD Games a nuestra lengua, donde gestionaremos nuestra mano coleccionando cartas, para lograr crear ciertos patrones y así obtener más puntos que el resto al final de la partida. Prestad atención a la explicación del juego, pues sus mecánicas tienen algún giro muy original, que hacen de Kimono algo novedoso respecto al resto de juegos de cartas con los que comparte las mecánicas base.

Elegante caja de cierre magnético.

FICHA TÉCNICA

  • Nº jugadores: 2 a 4
  • Edad recomendada: 12+
  • Año de publicación: 2019
  • Editorial: SD Games
  • Autor: Hinata Origuchi
  • Artista: Xavier Gueniffey Durin
  • Idioma: español
  • Independencia del idioma salvo reglamento: Sí
  • Ficha en la BGG

¿CÓMO SE JUEGA?

El juego llega en un formato muy peculiar y elegante. La propia caja se podrá desplegar y se usará como tablero. También hay unos botones de colores para cada jugador y una serie de cartas. Estos son los elementos que tienen valor funcional dentro de la partida, con los que realmente jugaremos.

Carta de personaje y sus botones.

Existen 3 tipos de cartas:

  • Cartas de personaje: representan al jugador. Vienen ilustradas a dos caras, estando por una de ellas el emblema del emperador, que servirá para marcar que ese jugador ya ha actuado como jugador inicial.
  • Cartas de tela: representan retales de tela con los que confeccionaremos los kimonos. Cada carta lleva una cifra, un símbolo del motivo del estampado y la marca del pañero. Existen 9 telas diferentes que se repetirán en el juego tantas veces como número de jugadores más uno participen en la partida.
  • Cartas de accesorio: representan complementos que portarán nuestro personaje para realzar el conjunto. Al final de la partida, obtendremos 1 punto por cada accesorio.

Tras comprender las cartas, vamos a adentrarnos en la preparación del juego, que es muy rápida. Cada jugador elegirá carta de personaje (de una a otra sólo varía el color) y obtendrá también sus respectivos 6 botones. Se preparará un mazo central que contendrá las telas y los accesorios. Este mazo tendrá más o menos cartas en función del número de jugadores. Finalmente desplegamos el tablero, que es la propia caja, al alcance de todos.

El tablero, denominado tablero de Kakemonos, muestra una serie de combinaciones posibles de telas. Sobre este tablero se podrán poner los botones para indicar que se ha cumplido una de esas combinaciones, ganando así puntos al final de la partida.

Tablero de Kakemonos con botones sobre combinaciones realizadas.

En la partida se juegan tantas rondas como jugadores haya. En cada una de las rondas, al finalizarla, se pasará el jugador inicial al siguiente. Cuando termine una ronda y todas las cartas de personaje muestren el emblema del emperador, significará que la partida ha concluido y deberán contarse los puntos para descubrir al ganador.

Al inicio de cada ronda, deberemos desplegar un mercado de cartas central, al alcance de todos. Se irán cogiendo cartas del mazo y se dispondrán formando una cuadrícula de 4 x 4 (o de 3 x 5 sólo en el caso de jugar a 3 jugadores). En cada turno, los jugadores irán cogiendo una carta del mercado hasta que queden sólo 4 cartas, que serán descartadas, momento en el que finalizará la ronda (con 3 jugadores terminará cuando queden 3 cartas en el mercado y no se descartarán, sino que se mezclarán con el mazo para la siguiente ronda si la hubiera).

Ejemplo de mercado para 2 o 4 jugadores.

Cada vez que le toque a un jugador, éste deberá coger sólo una de las cartas que estén más a la derecha de cualquiera de las filas del mercado. Si se trata de una carta de accesorio, deberá situarla a la izquierda de su carta de personaje. Si se trata de una tela, deberá llevársela a la mano, pero en este punto está lo peculiar del juego.

Las cartas que tenga un jugador en su mano deberán ser sujetadas con la izquierda y jamás podrán reordenarse. Cada carta que añadamos a la mano, deberá situarse sobre el resto de las otras cartas y siempre a la derecha de todas ellas. En el caso de que el jugador haya cogido una carta de tela, podrá comprobar si puede hacer alguna combinación de las que se indican el tablero de Kakemonos y en tal caso, si lo desea, podrá bajar esa combinación de telas a la derecha de su personaje. Las cartas de telas de esa combinación la conformará un grupo de cartas de su mano, de la parte derecha de ellas, es decir, que la combinación se ha realizado gracias a la carta que acaba de coger del mercado. Ese grupo de cartas no podrá reordenarse de ninguna manera y deberán bajarse tal cual están en la mano, situándose a continuación de cualquier otra carta de tela que ya tuviera a su derecha el personaje. Se puede utilizar la última carta a la derecha de las que ya tuviera bajada el personaje para hacer la combinación con las otras que bajan de la mano, pero no es obligatorio que sea así. Por último, para marcar que se ha realizado cierta combinación de telas, situaremos un botón sobre su indicador en la tabla de Kakemonos y nadie más podrá realizar la combinación exacta que cubre ese botón.

Es interesante conocer las combinaciones que hay en el tablero central para ir realizando las jugadas de cara a cumplir algunas de ellas. También se puede ver que la cantidad de puntos que otorga una combinación depende de la cantidad de cartas que se hayan utilizado para conseguirla. Existen 9 combinaciones con las que puntuar, que sin entrar en detalle, todas ellas se basan en acumular ciertas cartas que compartan alguna característica o que estén en algún orden concreto. En resumen, son combinaciones sencillas, pero que debido a las normas de gestión de las cartas en la mano, hace que cueste conseguirlo mucho más de lo que pudiera parecer a simple vista.

Ejemplo de personaje con un accesorio y un montón de telas que conforman su kimono.

De esta forma se irán pasando los turnos de los jugadores: cogiendo accesorios o telas para intentar hacer combinaciones. Cuando se haya llegado al final de la última ronda se contarán los puntos de cada jugador:

  • Tablero Kakemono: suma los puntos indicados por los botones.
  • Accesorios: suma 1 punto por accesorio.
  • 12 cartas: si has bajado junto a tu personaje 12 cartas, suma 2 puntos.
  • Bonificación: si has jugado al menos 8 cartas, en función del número de telas distintas que tengas, obtienes puntos de victoria según se especifica en una tabla del tablero central (de 0 a 5 puntos).

Una vez hecha la suma, el ganador será el que haya conseguido mayor puntuación y, en caso de empate, el que haya bajado más cartas junto a su personaje.

LOS COMPONENTES

Los componentes del juego son llamativos, tanto por su genial estética como por su buena calidad. La caja del juego, con cierre imantado, que se usa como tablero una vez desplegada es un gran acierto. La única pega que le puedo poner es que no conseguimos que quede lisa, por lo que al colocar los botones, a veces, se deslizan por su superficie. Es un mal menor, que incluso puede que el tiempo vaya solucionando, pero he de reconocer que en nuestras primeras partidas nos resultó algo molesto este detalle.

Personaje, botones y la cuqui-bolsita de tela.

Los botones son preciosos y vienen en una bolsita de tela, todo perfectamente ambientado con ese estilo tradicional japonés. Las cartas también son geniales: tienen un buen grosor y el arte es admirable. Por poner una pega, diría que el formato de las cartas tarot francés es raro de ver (61 x 112 mm), por lo que si deseas enfundarlo, lo más probable es que no tengas a mano fundas de este tamaño y debas buscarlas.

El juego contiene una cuna con dos huecos, uno para la bolsita de botones y otro para las cartas. Entra todo perfectamente, incluso con cartas enfundadas. El manual es una hoja doblada en varias partes y se sitúa encima de todo. Con ello cerrado, nunca se me ha caído, pero entiendo que podría llegar a deslizarse la cuna y caerse de la caja, dado que no tiene topes que la mantengan sujeta más allá del rozamiento y la propia presión del cierre imantado.

Los botones molan mogollón… ¡Hay un gato esperando el momento de tirarlos de la mesa!

El manual se lee en un periquete, pues es corto y cuenta con numerosas ilustraciones. Por desgracia, en el texto se pueden encontrar una errata y una explicación ambigua. La errata está en el apartado «Final de Partida» donde usan la palabra «ronda» en vez de «turno». La ambigüedad en la explicación, la encontramos en lo relativo a realizar combinaciones, tanto en el apartado «Hacer una combinación» como en la nota final de «Reglas de colocación». Pero de todas formas, si yo he entendido como se juega leyendo el manual, cualquiera puede hacerlo, por lo que estos detalles no ensombrecen en absoluto el juego.

VALORACIÓN

Kimono es un juego de caja pequeña que guarda algo grande en su interior. Sus mecánicas pueden parecer las habituales de otros muchos juegos, pero la gestión de la mano tan estricta que tiene, hace que dé un pequeño paso en complejidad a la hora de conseguir jugadas buenas. Por tanto estamos ante un juego sencillo de reglas, pero relativamente complicado a la hora de optimizar resultados.

El juego tiene pequeñas adaptaciones en función del número de jugadores e incluso cuenta con una pequeña variante oficial, donde permite hacer combinaciones de telas incluso cuando hayas decidido coger un accesorio. No dará mayor rejugabilidad al título, pues en esencia es lo mismo, pero permite acomodarse mejor a los gustos de cada grupo de juego.

El arte es precioso.

Pese a ello, dado que el mercado siempre es aleatorio la rejugabilidad es abismal, nunca harás las mismas jugadas. Otra cosa es que te puedes llegar a aburrir del título, dado que independientemente del mercado, siempre vas a estar haciendo lo mismo. En lo que a mí respecta, me parece un título fresco, entretenido y con cierto punto de reto, que consigue meterme en la partida siempre, por lo que no creo que me aburra ni llegue a quemarse en esta casa.

La duración de la partida no suele superar los 30 minutos y dado su sencillez, puede jugarlo prácticamente cualquiera, aunque es muy posible que los novatos hagan puntuaciones muy inferiores a la media, pues, repito, no es trivial la gestión de mano.

Por todo lo mencionado hasta ahora, sólo puedo recomendar este título independientemente del perfil de jugador, pues es bueno de por sí y factible de estar en cualquier ludoteca. Su elegancia asombra y eclipsa las pequeñas pegas que he mencionado. Juego de tamaño pequeño con precio acorde, que dará horas y horas de diversión asegurada.

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