Just One
enero 17, 2020Just One es un sencillo party cooperativo, ganador del Spiel des Jahres 2019. El juego de mesa consiste en intentar ofrecer pistas a un jugador para que adivine una palabra misteriosa. El problema está en que ninguna pista que se entregue puede repetirse y nadie sabe de antemano qué pistas se van a dar. Por tanto, se jugará con la idea de dar pistas originales o algo raras, pero sin pasarse, para estar en ese limbo de no coincidir con otros jugadores y no ser tan extrañas que no ayuden a adivinar la palabra misteriosa.
CONTENIDO DE LA ENTRADA
FICHA TÉCNICA
- Nº jugadores: 3 a 7
- Edad recomendada: 8+
- Año de publicación: 2018
- Editorial: Repos Production
- Autores: Ludovic Roudy y Bruno Sautter
- Artista: Éric Azagury
- Idioma: español
- Independencia del idioma salvo reglamento: No
- Ficha en la BGG
¿CÓMO SE JUEGA?
PREPARACIÓN Y CONCEPTOS BÁSICOS
El juego es muy sencillo. Como se ha dicho, trata de que un jugador adivine una palabra secreta en base a unas pistas que dan los otros. La clave está en que cada una de esas pistas la decide cada jugador personalmente y no deben repetirse con las de otros jugadores.
Con esto en mente, sólo hace falta ver la lista de componentes que trae el juego para facilitar su mecánica. El juego lo componen unos rotuladores con borrador, unos atriles y un mazo de cartas (cada carta contiene 5 palabras). Todo el juego esta en estos pocos elementos.
Para preparar la partida, entregaremos un atril y un rotulador a cada jugador. Del mazo de cartas cogeremos 13 al azar y formaremos un mazo central bocabajo. Se elige aleatoriamente al jugador inicial y comenzamos con la diversión.
Como matización, en partidas a 3 jugadores, cada jugador tomará 2 atriles en vez de 1.
SECUENCIA DEL JUEGO
Se jugará una serie de turnos hasta que las cartas del mazo de agoten. Esos turnos están compuestos por 4 fases muy simples:
- Selección de la palabra misteriosa: El jugador activo roba la primera carta del mazo y sin verla, la coloca en su atril. La carta no la puede ver el jugador activo, pero sí deben poder verla el resto de jugadores. Tras esto, dirá un número del 1 al 5 para identificar una de las palabras de la carta. Ya tenemos la palabra misteriosa a descubrir.
- Elección de pistas: En secreto, el resto de jugadores escribirán en sus atriles una sola palabra que sirva como pista para que el jugador activo adivine la palabra misteriosa (a 3 jugadores, tiene 2 atriles para escribir 2 pistas). Como resumen en cuanto a palabra válida como pista, se podría decir que se deberá actuar de buena fe. Es decir, no valen palabras fonéticamente iguales, ni de la misma familia, ni inventadas ni triquiñuelas por el estilo.
- Comprobación de las pistas: El jugador activo debe cerrar los ojos. El resto de jugadores se mostrarán las pistas escritas. Aquellas que coincidan deberán ocultarse y no podrán utilizarse para adivinar la palabra misteriosa. De nuevo, volveremos a actuar de buena fe y tomaremos como palabras coincidentes todas aquellas de la misma familia o variantes de una misma palabra.
- Propuesta: El jugador activo abrirá los ojos y podrá leer las pistas que queden visibles. Tendrá una única oportunidad para intentar acertarla. En vista de esto, tiene 3 opciones:
- Acertar: Si la adivina, pon la carta bocarriba junto al mazo de juego.
- Fallar: Si se equivoca, devuelve a la caja esa carta y la primera del mazo de juego. Si no hubiera más cartas en el mazo del juego retira una de las acertadas (las que están bocarriba).
- Pasar: Si no está seguro y no quiere arriesgarse, puede pasar. En tal caso retira la carta a la caja. En caso de no tener ninguna pista disponible, se verá obligado a pasar.
Tras finalizar el turno, el jugador de su izquierda pasará a ser el jugador activo.
FINAL DE PARTIDA
Cuando no haya más cartas en el mazo que robar, se habrá concluido la partida. Sólo quedará contar el número de cartas bocarriba, es decir, las que se han conservado de las acertadas y ver cómo de bien se ha hecho.
En el reglamento hay una tabla de puntuación, que en función del número de cartas acertadas conservadas, te otorgará una valoración. Por ejemplo, si sois unos máquinas y tenéis las 13 cartas, os indica «¡Una puntuación perfecta! ¿Lo conseguiréis más veces?«.
LOS COMPONENTES
El juego se presenta en una caja bastante contenida para todo lo que trae. En realidad no es mucho en cantidad, pero si no eres muy hábil organizándolo, puede llegar a ocupar más volumen del disponible para poder cerrar la caja. En su interior trae una cuna que intenta facilitar algo esta tarea.
Las cartas son finas y lisas, con un estilo sobrio, pero que cumplen perfectamente con su función. No es un juego donde haya que barajar mucho, por lo que tampoco sería necesario pedir algo de mayor calidad.
Los atriles son de plástico duro, por un lado con un reborde para apoyar la carta cuando eres el jugador activo y, por el otro, completamente liso para facilitar la escritura en él.
Los rotuladores son de diferentes colores y todos ellos cuentan con un borrador en su tapón (del estilo últimamente tan habitual como en el Railroad Ink). El único problema que hemos sufrido es que los atriles no quedan limpios tras utilizarlos y borrar lo escrito. Deja todo emborronado, por lo que será indispensable la ayuda de alguna toallita húmeda si lo queremos dejar niquelado.
VALORACIÓN
Just One es un juego que funciona como familiar dentro de los parties. Lo puedes sacar a mesa con cualquiera, incluso con gente que nunca haya jugado a ningún juego de mesa moderno. Es tan sencilla la idea del juego, que puede disfrutarlo desde un niño a un abuelo.
El abanico de número de jugadores, también es generoso. Va de 3 a 7 debido a que el material que trae es lo que permite, pero en su mecánica, nada impide que pudiera jugarse a 10 o más. Debido a que no hay entreturno, no variará apenas la duración de la partida sea cual sea el número de jugadores. Se estima en la caja una duración de unos 20 minutos y creo que de forma bastante acertada.
Indagando en la BGG, he visto que Just One es una reimplementación de un juego anterior, de 2017, de los mismos autores, llamado We are the word. Desconozco si este juego previo llegó a ser realmente publicado o se quedó como prototipo, ya que no encuentro ninguna referencia a él fuera de esa web (ni opiniones, ni ventas, nada de nada). De todas formas, llama la atención que lo llamen reimplementación, ya que se puede ver que es exactamente el mismo juego, pero con diferente acabado.
Anécdotas a parte, debemos recordar que Just One ha sido ganador del galardón Spiel des Jahres del año pasado. Esto es poca broma y ha hecho que el juego se comercialice de una forma mucho más extendida. No sé si será merecedor o no del premio, pero más allá de que resulta divertido (que no es poco), no tengo mucho más que alabarle. En él no veo ninguna genialidad, nada que merezca ser resaltado por encima de las virtudes de otros juegos que no hayan tenido galardón alguno. Por tanto, en lo que a mí respecta, opino que me parece algo exagerado este premio.
Con esto no quiero desanimaros a probarlo ni mucho menos. Es más, hago hincapié en que es divertido, tanto que en mi ludoteca tiene lugar para quedarse. Pero debéis tener claro que es un juego tan sencillo que a muchos no les gustará. Si el grupo de personas que se reúnen a jugar no se ríen con lo que ocurre durante la partida, ni intentan ir un poco más allá de lo obvio en el intento de obtener pistas, el juego será completamente plano y para nada disfrutable. Creo que éste es uno de esos juegos de mesa donde el animo del grupo influye notablemente en la experiencia del juego.
Por tanto, para dar carpetazo a la reseña, recomiendo Just One si vuestro grupo de juego es proclive a las risas y os gusta tanto el toque de deducción de adivinar palabras, como la necesidad de ser creativos para buscar las pistas adecuadas.
- Apto para todos los públicos.
- Preparación de la partida rapidísima.
- Imposible dejar los atriles limpios con los borradores de los rotuladores.